Le Mariage de Winy et Raul
Hemos estado un poco desaparecidos estos últimos días ¡lo sabemos! Nos hemos ido de vacaciones para descansar y coger fuerzas para la temporada que empieza.
Y no se nos ocurría una mejor forma de volver a la carga que mostrándoles uno de nuestros eventos con alma de 2014, Le Mariage de Winy et Raul.
Nunca se nos olvidará el 8 de enero de 2014, recibimos la llamada de Winy, nuestra #fiancée, y nos dice que se casa, que no tiene nada, solo la fecha, el 10 de mayo de 2014. Recuerdo que le rectificamos y le dijimos que seguramente se había equivocado y que se referiría a 2015, a lo que ella nos contestó: No, me caso en 4 meses y dos días exactamente y necesito que me ayuden en todo lo que puedan. Desde esa mañana (además de casi darnos un infarto, por el poco tiempo que teníamos) nos pusimos en «modo express» y fueron reuniones tras reuniones, visitas a proveedores, pruebas, degustaciones… Hasta que llegó el gran día.
Winy iba guapísima, con un vestido de Pronovias, zapatos de Pura López y tocado de Nieves Barroso. De joyas solo llevaba unos pendientes regalo de su madre y su anillo de pedida.
La ceremonia religiosa fue en la iglesia de Santa Isabel de Hungría, tras la que los invitados se dirigieron a la Hacienda de Anzo, dónde tuvo lugar la celebración.
Cuando los novios llegaron al cóctel hicieron una suelta de globos juntos con sus invitados, de cada globo colgaba un deseo. ¡Esperamos que se estén cumpliendo todos!
Para las invitaciones y los meseros hicimos el mismo diseño y ambos terminaban con la frase “Contigo al fin del mundo… Aquí comienza nuestro viaje” y el seating plan, del que no tenemos fotos, fue sobre unas láminas con temática de viajes, que trajimos de Nueva York especialmente para ellos.
Para nosotros uno de los momentos más bonitos y emotivos fue en las entregas, nuestra Fiancée le entregó el ramo a su hermana, pero antes le cantó la canción “My girl” de The Temptations, de la BSO de la película Mi Chica, después sonó “Single ladies” de Beyoncé, una canción muy especial entre ellas y consiguieron que todos los invitados, sin excepción, se levantaran a bailar con ellas. ¡Fue un momentazo!
Detalles que preparamos para el photobooth
La Candy Bar
Desde aquí y casi un año después de la “locura”, queremos darle las GRACIAS a Winy y Raúl por confiar en B de Brisson para el comienzo de su viaje y por hacernos tan fácil el camino. Fue una boda tan emotiva que se nos han vuelto a poner los pelos de punta como aquel día preparando este post.
¡Esperamos que les haya gustado este #mariage!
Todas las fotos son de Pablo Mirabelli. El resto de compañeros con los que trabajamos ese día fueron: Vintia Catering, Sonora, Floristería Jara y Sonorité.
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